Para concluir el Sistema de Tratamiento de Aguas Cloacales Domiciliarias Eternit® se requiere la disposición de un área para el filtrado y depuración de las aguas negras.
El agua residual que sale del Biodigestores Eternit® pasa y se distribuye por el terreno de infiltración. Este consiste en una red de caños perforados, colocados en zanjas rellenas con material poroso (que puede ser grava, escombro o piedra partida) y tapadas con tierra. El agua sale por las perforaciones de los caños y pasa a través del material de relleno donde colonias de microorganismos absorben y digieren los contaminantes. Finalmente llega al fondo de las zanjas y penetra en el suelo.
El suelo funciona como un filtro que retiene y elimina partículas muy finas. La flora bacteriana que crece sobre las partículas de tierra, absorbe y se alimenta de las sustancias disueltas en el agua. Después de atravesar 1,20 m de suelo, el tratamiento del agua residual se ha completado y se incorpora purificada al agua subterránea.
Ubicación del sistema: recomendaciones generales
Para ubicar el sistema de tratamiento en nuestro terreno es necesario que tengamos en cuenta algunas pautas:
Escoger una zona alta, en la que no se formen charcos o se inunde cuando llueve. Mantener la mayor distancia posible desde el sistema de tratamiento a cuerpos de agua superficiales (como lagunas o arroyos), a perforaciones de extracción de agua, a los límites del terreno y a las edificaciones propias y de los vecinos.
Instalación del terreno de infiltración
Según la disposición del terreno y respetando las distancias de seguridad recomendadas trazamos el esquema más conveniente sobre el terreno donde emplazaremos nuestro lecho nitrificante.
Para calcular su extensión debe calcular entre 4 y 5 metros por persona que habitará la vivienda a tratar. Por ello para una vivienda de 4 personas requeriremos una extensión aproximada de 18 metros. En un terreno de 6 x 4 metros podemos realizar 18 metros de terreno de infiltración respetando las distancias mínimas entre los distintos ramales.
Seguimos los siguientes pasos luego del trazo del terreno:
- Realizar una zanja de 80 cm de profundidad por 60 cm de ancho.
- Contemplar una pendiente general de 3 al 5% o 3 a 5 cm por metro.
- Preparar un caño de 110 mm perforado cada 30 cm en forma de “v” invertida hacia abajo con una mecha de 15 mm.
- Los primeros 40 cm de la zanja los rellenamos con piedra de obra o piedra partida de 0.6 a 6 cm. Conviene evitar el uso de materiales con cal o conchilla.
- Coloque el caño de PVC perforado con las uniones y tapas de caño de 110 al final de cada extremo.
- Agregamos material de relleno hasta tapar el caño.
- Colocamos una malla geotextil o media sobra se 80% de cerrado de trama, esta cumple la función de separar los sustratos, tierra y piedra.
- Por último, se tapa la zanja con tierra sin apisonarla dejando una pequeña lomada que en tres semanas se compactará sola. Luego nivelamos el terreno con un rastrillo.